Alberto Rivera
“Hay millones de hectáreas para madera que están ociosas, otros millones de hectáreas que las comunidades y asociaciones no han cultivado ni cultivaran, además cientos de depósitos minerales que no se pueden trabajar…Existen verdaderas comunidades campesinas, pero también comunidades artificiales, que tienen 200 mil hectáreas en el papel pero solo utilizan agrícolamente 10 mil hectáreas y las otras son propiedad ociosa, de “mano muerta”, mientras sus habitantes viven en la extrema pobreza y esperando que el estado les lleve toda la ayuda en vez de poder en valor sus cerros y tierras, alquilándolas, transándolas porque si son improductivas para ellos, si serian productivas con un alto nivel de inversión o de conocimientos que traiga un nuevo comprador”.
(Alan
García Pérez, “El Perro del Hortelano”, 28 de octubre del 2007).
Y finalmente, ¿quién es el responsable de la
muerte de tantos peruanos en este último conflicto en la Amazonia?, ¿fueron
acaso los policías, quienes intentaron reprimir la manifestación y desbloquear
las carreteras tomadas por la población ante la orden de la ministra del
interior?, la respuesta es negativa, muy por el contrario, desamparados por
parte de un gobierno, que lejos de responder a sus justas demandas salariales
lleva incluso jóvenes sin la experiencia requerida a una zona en alto conflicto
como era la amazonia; el gobierno vuelve a mostrar su rostro negligente e
indolente a la comunidad policial y al pueblo peruano, y en el más vil de los
casos pudimos todos observar como la ministra del Interior, en un acto propio
de alguien que no admite y reconoce errores, intentó evadir su responsabilidad
echando prácticamente la culpa a los altos mandos policiales; ello quedó en
evidencia cuando en una entrevista al diario la República dijo que la operación
la decidió la Policía por iniciativa propia y que le pregunten al director,
José Sánchez Farfán (La República 14/06/09: pag.8).
Ahora que se van conociendo mayores detalles
del llamado Baguazo ¿fueron acaso los responsables, los nativos amazónicos, a
quiénes en un primer momento unilateralmente quiso responsabilizar el gobierno
por todo lo ocurrido, acusándolos de violentistas y luego de estar manipulados
por fuerza externas? Y en el colmo de un agudo análisis, el Sr. Presidente
llamándolos, ciudadanos de segunda clase, no sólo pretendiendo desconocerlos
del escenario político como sujetos a derechos, sino subestimando su capacidad
política y dirigencial (1), pretendiendo que la población nacional los viera
como gente desinformada y manipulable por dirigentes violentistas o países
extranjeros.
La respuesta nuevamente es un rotundo, no, el único gran responsable de todos estos hechos a sido y es aún, el gobierno, un gobierno pro imperialista que superpone los intereses de las transnacionales por encima de los intereses nacionales. Ello quedó en evidencia en el artículo titulado, “el Perro del Hortelano” de nuestro “intelectual” presidente, quien en un sinceramiento claro y expreso, intentaba justificar la venta y puesta en valor de la selva amazónica, como una modalidad para promover inversión extranjera y traer desarrollo a la región amazónica. ¿Y ha que se debe esta inspiración intelectual presidencial?. La respuesta va por la necesidad del gobierno aplicar a rajatabla las imposiciones del imperialismo norteamericano a cualquier precio. Los decretos legislativos que han sido promulgados por el ejecutivo, forman parte de un conjunto de leyes que pretenden articularse con el TLC firmando con EEUU, y que buscan principalmente beneficiar a transnacionales para la explotación de enormes áreas en nuestra amazonia ricas en recursos naturales (maderas, agua, petróleo, gas, etc.). El gobierno y algunos líderes de opinión pública, (ponemos el caso de la conocida entrevistadora y periodista, Rosa María Palacios), refieren que no se trata de decretos leyes que pretendan vender o privatizar la selva amazónica; intentan vanamente cambiar el lenguaje, hacer ver que los líderes indígenas están mal informados, que todo el problema se debió a que no hubieron correctos canales de comunicación entre ejecutivo y lideres indígenas; subestimación desmedida sobre los lideres amazónicos, pues estos “ciudadanos de segunda clase”, como diría el Sr. García defienden con su lucha y sus banderas reivindicativas, derechos fundamentales como el derecho a la vida, a la tierra donde viven y subsisten, y que el actual modelo económico al parecer pretende desconocer. Y merece resaltar que en una lucha claramente política entre pueblo e indígenas amazónicos por un lado y el gobierno, con todo un partido organizado, no tuvo la altura de enfrentar en el plano político y fue derrotado.
La respuesta nuevamente es un rotundo, no, el único gran responsable de todos estos hechos a sido y es aún, el gobierno, un gobierno pro imperialista que superpone los intereses de las transnacionales por encima de los intereses nacionales. Ello quedó en evidencia en el artículo titulado, “el Perro del Hortelano” de nuestro “intelectual” presidente, quien en un sinceramiento claro y expreso, intentaba justificar la venta y puesta en valor de la selva amazónica, como una modalidad para promover inversión extranjera y traer desarrollo a la región amazónica. ¿Y ha que se debe esta inspiración intelectual presidencial?. La respuesta va por la necesidad del gobierno aplicar a rajatabla las imposiciones del imperialismo norteamericano a cualquier precio. Los decretos legislativos que han sido promulgados por el ejecutivo, forman parte de un conjunto de leyes que pretenden articularse con el TLC firmando con EEUU, y que buscan principalmente beneficiar a transnacionales para la explotación de enormes áreas en nuestra amazonia ricas en recursos naturales (maderas, agua, petróleo, gas, etc.). El gobierno y algunos líderes de opinión pública, (ponemos el caso de la conocida entrevistadora y periodista, Rosa María Palacios), refieren que no se trata de decretos leyes que pretendan vender o privatizar la selva amazónica; intentan vanamente cambiar el lenguaje, hacer ver que los líderes indígenas están mal informados, que todo el problema se debió a que no hubieron correctos canales de comunicación entre ejecutivo y lideres indígenas; subestimación desmedida sobre los lideres amazónicos, pues estos “ciudadanos de segunda clase”, como diría el Sr. García defienden con su lucha y sus banderas reivindicativas, derechos fundamentales como el derecho a la vida, a la tierra donde viven y subsisten, y que el actual modelo económico al parecer pretende desconocer. Y merece resaltar que en una lucha claramente política entre pueblo e indígenas amazónicos por un lado y el gobierno, con todo un partido organizado, no tuvo la altura de enfrentar en el plano político y fue derrotado.
El camino que va enseñando el pueblo en estos
años es el camino de la lucha y la defensa por sus derechos fundamentales, ha
aprendido en todos estos años de repliegue que el modelo neoliberal y el
gobierno pro imperialista no representa ni defiende sus intereses y surge en el
seno del pueblo la necesidad de una dirección que canalice sus demandas y
encause su defensa frente a la agresión de un gobierno que en las últimas
décadas ha demostrado que la aplicación del modelo neoliberal a traído el mayor
abismo social entre ricos (una minoría) y una gran cantidad de pobres que no
gozan de las ”riquezas” que este sistema brinda.
Y el aprendizaje tiene que ver con que los
departamentos más ricos en minerales y en explotación transnacional son
paradójicamente los más pobres y donde los altos índices de contaminación son
elevadísimos con ejemplos claros de niños con plomo o cadmio en la sangre. O si
no pensemos en nuestro litoral y terrenos adyacentes prácticamente privatizados
muchos de ellos, y que en los meses del verano cuando los hijos del pueblo van
a disfrutar a las playas se encuentran con tranqueras y cercos que impiden su
libre acceso bajo el criterio de playa privada o propiedad privada. Si esto
sucede en la capital de la república, a vista y paciencia de autoridades que
nada pueden hacer frente a ello, imaginemos lo que sucedería con los capitales
imperialistas en la amazonia, que ya goza de algunos lugares de explotación y
donde ya hubo denuncias de contaminación incluso a nivel internacional.
Si bien se han derogado el DL 1090 y1064, la
convulsión social aún no culmina, los pueblos de Andahuaylas, Sicuani en Cuzco,
la Oroya despliegan nuevas plataformas reivindicativas y demandas frente a un
estado pro imperialista que ha entrado a una vorágine de demandas arrastrado
por su propia política de oídos sordo a las grandes mayorías. Sólo esperamos
que el gobierno haya aprendido la lección que acaba de darle el pueblo en la
Amazonía y no continúe empecinado en aplicar la represión como ley
característica de su gobierno, aunque es necesario remarcar que vislumbrando la
política implementada por el gobierno y sus acciones en el No 11 de Vórtice
(2008) habíamos mencionado “La ley del gobierno pro imperialista es no
escatimar sangre del pueblo con tal de cumplir sus designios antinacionales. Y
la ley del pueblo es aplicar cada vez mejor, y con nuevas formas, banderas de
lucha sectoriales, regionales, nacionales, sin soslayar las de clase, en contra
de la creciente desigualdad, como única forma de impedir que se consumen los
delirantes afanes del gobierno”. En ese mismo sentido seguiremos junto al
pueblo en su justa lucha por sus derechos fundamentales que el régimen de turno
pretende desconocer.
NOTAS
(1) Huertas Beatriz (2002),
en su estudio “Los Pueblos Indígenas en Aislamiento”, revela que en la creación
de Reservas del estado y las Reservas existentes han jugado un papel
protagónico las organizaciones indígenas de la amazonia. Así tenemos que El Consejo
Matsigenga gestionó la creación de la Reserva del Estado Nahua Kugapakori,
AIDESEP, las reservas territoriales a favor de los grupos étnicos Mashco Piro,
Murunahua, Isconahua y del grupo étnico Cacataibo, entre otros ( Huertas 2002:
109 – 122)
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