Alberto Rivera.
“En el campo idealista existe una tendencia generalizada a aislar abstractamente procesos, seres e ideas para considerarlas separadamente y luego pretender llegar al conocimiento de su esencialidad apriorísticamente. Lo propio se hace con los productos de la actividad del hombre”
(Guardia Mayorga:
1993)
La historia como ciencia debe ser enfocada
como un proceso en espiral ascendente de las relaciones sociales de los hombres
(modos de producción) en el tiempo; y que tiene en la lucha de clases (su ley
fundamental), al motor que dinamiza el proceso social.
Como ciencia, la historia, debe estudiarse
como proceso, con partes que se interrelacionan e interactúan entre sí, unas a
otras, y no de forma aislada. De esta manera por ejemplo, no podríamos comprender
la aparición del feudalismo, sin haber estudiado el desarrollo, ascenso y
colapso del modo de producción esclavista, al interior del cual se fueron
configurando los nuevos elementos que dieron forma al nuevo modo de producción
feudal.
Fue durante la etapa final del esclavismo
romano (dominado), y debido a la ineficacia del sistema esclavista, (al no
responder a las nuevas condiciones sociales y económicas), que fue posible la
gestación de nuevas formas de relacionarse los hombres al producir, muy ajenas
a las formas esclavistas, nuevas formas que surgían de la necesidad de producir
en nuevas condiciones; así surgió, el colonato, de la necesidad de los
esclavistas romanos en poder mantener la producción que decaía entrando en
crisis terminal, producto del colapso del esclavismo. Estas nuevas formas
constituirían en el tiempo el antecedente más remoto del feudalismo.
¿Cómo se configuró el esclavismo?, surgió de
la descomposición de la Comunidad Primitiva, caracterizada por sus relaciones
sociales de producción (relaciones establecidas por los hombres al producir) de
forma comunal y colectiva; este sistema comunitario, frente a los cambios
climáticos, el desarrollo del conocimiento, y principalmente la necesidad de
los hombres de hacer frente a una crisis en la producción, hizo posible un gran
avance, una verdadera revolución, llamada La Revolución Neolítica, la cual
constituyó un salto en la calidad de vida del hombre de esos tiempos;
trasformando su economía de subsistencia en una economía de carácter productiva
y autosufiiente; logrando de esta manera un progreso en su emancipación de la
naturaleza.
Analizar la Revolución Neolítica y su
trascendencia, implica conocer el proceso que llevó al hombre, frente a una
realidad concreta de crisis en la economía, a descubrir la agricultura y la
ganadería, dos actividades que trasformarían radicalmente la vida misma del
hombre, transitando de una vida trashumante y nómada hacia una vida de carácter
estacional y semi nómada, para finalmente llegar a fijar su residencia de
manera estable (sedentarismo); y con ello la aparición del excedente
productivo, posibilitando las condiciones para la aparición de las clases
sociales. Al irse configurando estas nuevas clases, se produjo la aparición del
estado, institución legitimizadora que detenta el poder en beneficio de una
minoría (sector dominante), frente a una mayoría que pasa a conformar el sector
dominado. A partir de la instauración del estado, se ponen en marcha los
mecanismos dominación por parte de la élite dominante para la manutención del
status quo, por medio del dominio ideológico (religión) y en el nivel
coercitivo la aparición de un grupo armado, defensor de los intereses del
sector social dominante, los guerreros; nada de esto se podría entender de
manera aislada; allí se encuentra el secreto para poder tener una mayor
comprensión científica de la historia.
Frente a esta forma de entender la historia,
¿Es prueba de saber historia universal, el memorizar la fecha exacta de la
caída de Constantinopla, del descubrimiento de América?, o ¿Acaso sabe más
Historia del Perú quien aprendió de memoria la fecha de fundación de Lima?.
Nosotros decimos que no, que esa forma de concebir la historia es sólo un tipo
de conocimiento superficial y memorístico propio en cierta forma de enseñanza
en la educación secundaria y en la misma preparación pre universitaria;
afortunadamente hay aún, algunos profesores que inciden en buena medida en la
comprensión de la historia como proceso, y al estudio de la histórica con un
método que sirva al alumno para una comprensión óptima de la historia, que
brinde al estudiante de las herramientas para la comprensión de las leyes que
rigen el desarrollo social y poder así comprender los hechos históricos, sus
causas y consecuencias (Ver Vértice No 11, Pág. 5 – 6).
Esta forma de estudiar la historia, como
proceso, es el mejor método para los estudiantes que desean comprender, por
ejemplo, ¿por qué los indígenas de nuestra amazonía hace algunos días iniciaron
un nuevo proceso de lucha en defensa de sus tierras y lograron no sólo
paralizar las principales empresas del estado (petrolíferas, gasíferas e
hidroeléctricas) de la amazonia, sino doblegaron al gobierno en sus
pretensiones de beneficiar al capital internacional; la causa inmediata de la
protesta popular, el arbitrario intento del ejecutivo en la implementación de
la denominada “Ley de la Selva” (DL. 1015 y DL.1073), que buscaba erradicar el
carácter inalienable, inembargable e imprescriptible de los derechos colectivos
de los pueblos indígenas sobre sus tierras. Esta política estatal sólo se puede
comprender si entendemos que el gobierno del Sr. García, se ha colocado al
servicio de las grandes corporaciones trasnacionales, a favor de los capitales
extranjeros, que observan con ávidos ojos nuestra amazonia (fuente de riquezas
acuífera, forestal, petrolífera, hídrica, maderera, etc.).
Para ello, el ejecutivo promueve una política
económica de acceso irrestricto y con amplios privilegios al capital
trasnacional. Este nuevo enfrentamiento comprueba una vez mas la contradicción
principal que venimos sosteniendo y que se revela en la realidad social (la
contradicción entre gobierno pro imperialista y población antiimperialista)
(Ver Vértice Edición Extraordinaria, pág.5 - 6)
EL HUMANISMO Y EL RENACIMIENTO: IDEOLOGIAS
BURGUESAS
Tres fuerzas sociales caracterizan el
feudalismo europeo; los campesinos feudatarios, (siervos libres y siervos de la
gleba), sector más explotado del orden feudal, el segundo la burguesía, sector
emergente compuesto por banqueros y mercaderes, que hacia finales del siglo XII
iniciaban un proceso lento de nacimiento como clase, y que en perspectiva se
convertían en la clase revolucionaria del régimen feudal (siglos XVII en el
caso ingles y XVIII para el francés), finalmente el sector noble, clase
reaccionaria, defensora de un orden feudal que para el siglo XIV y XV se
vislumbraba como caduco.
Durante los siglos previos a la aparición de
las denominadas ideologías burguesas, el campesinado europeo principal fuerza
social y clase social explotada, luchó por su emancipación; entre los
principales movimientos antifeudales en Europa podemos mencionar a la rebelión
de los campesinos franceses de 1358 denominado la Jacquerie, (nombre que deriva
de Jacques Bonhomme, nombre que las clases dominantes dieron al campesino
francés). Este movimiento fue apoyado por la burguesía en muchas áreas, saqueó
castillos, y los señores feudales tuvieron que utilizar la violencia y severas
represalias para castigarlos (20000 insurgentes asesinados en dos semanas).
Otro ejemplo de lucha de los campesinos es el
denominado movimiento Husita, (derivado de Juan Huss, quemado vivo por orden
del alto clero de la Iglesia Católica en 1415), se inició como un aparente
movimiento anticatólico, pero apoyado por artesanos y burgueses elevó sus
planteamientos y se convirtió en un gran movimiento de características
nacionales en Bohemia; ante ello el Papa organizó una cruzada para someterlos
(participaron germanos y caballeros de todos los países de Europa).
Frente a esta cruzada los husitas se
apoderaron de las tierras del rey y de los señores feudales, adquiriendo su
movimiento un claro matiz antifeudal. Conformaron para ello un poderoso brazo
armado, que incluso pasaría a la ofensiva llegando hasta el mar Báltico y
obligando al emperador alemán Segismundo a negociar con un sector del
movimiento, los moderados, ultraquistas o calixtinos (conformado por miembros
de la nobleza y la burguesía). El otro sector denominados los taboritas, cuyo
líder era Juan Ziska (compuesta en su mayoría por campesinos), fue derrotado en
la batalla de Lipani (1434). La derrota taborita obedeció principalmente a su
aún debilidad política y desorganización, no contaba con una dirección y un
líder que hiciera prioridad la cuestión política y subordinada la forma
militar.
Estos numerosos movimientos campesinos
europeos de los siglos XIV y XV son muestra de las luchas antifeudales por
parte de los campesinos, buscando que se les devolviera las tierras; sin
embargo la fuerte represión por parte de los nobles feudales, sumado a la falta
de organización política de los campesinos hizo posible que la burguesía
asumiera un papel preponderante en los futuros movimientos antiufeudales,
dotándolos de nuevas formas de lucha. Las derrotas militares de los campesinos también
enseñaría a la burguesía que enfrentar al orden feudal no se podría dar sólo en
el terreno militar sino también en el plano de las ideas, de esta manera no
solo el desarrollo económico social de las emergentes ciudades italianas
contribuyen al surgimiento de nuevas ideas sino también, las ideologías
burguesas surgen del entendimiento de la burguesía de desplegarse en nuevas
formas.
Para estudiar el humanismo y el renacimiento,
es imprescindible partir de una premisa muy importante, las ideas y conocimientos
son producto de la base económica, se encuentran interrelacionadas, no
podríamos entender y menos aún comprender cualquier idea de la historia sin
antes comprender la base económica sobre la que se desarrolla; de esta manera,
es inconcebible tener una comprensión clara de estos movimientos ideológicos
(humanismo y renacimiento), si no exploramos previamente al sector social
burgués, forjador e impulsor de ambos movimientos.
Durante los siglos XIV – XV en Europa, el
país más progresista era Italia, constituida por varias emergentes repúblicas
(Venecia, Génova y Florencia entre las principales), estas ciudades por su rica
actividad económica gestaron una burguesía emergente (industriales, banqueros y
mercaderes); clase que impulsó la gestación de una nueva etapa en la historia
de la humanidad, el nacimiento de la primera etapa del capitalismo, el
mercantilismo.
La dictadura de ideas impuesta por la clase
feudal (nobles y clero) en el mundo medieval, tuvo como características
principales: su sentido providencial (todo sucede por disposición de Dios), su
teocentrismo (todo gira en torno a Dios) y los modelos morales (ejemplos de
ello, la vida de los santos y los personajes de la Iglesia).
Frente a ello la lucha de clases entre los
siglos XIV y XV tuvo al sector feudal enfrentado al sector popular, esta vez
dirigido por la clase progresista de ese momento, la burguesía, la cual se
desplegó en nuevas formas en su enfrentamiento con la clase feudal, se expresó
en lucha de ideas; la burguesía buscó desplazar el sistema de ideas que
sustentaba el feudalismo y sus principales postulados, defendido por la clase
de los señores feudales y el clero; mientras el sector popular liderado por la
burguesía iniciaba una revolución en las ideas; en donde el hombre ya no era un
ser pasivo, impotente a la voluntad divina; sino muy por el contrario, el
hombre empezaba su emancipación de la providencia; surge así la idea del
Humanismo, el cual rechazó las viejas ideas religiosas defensoras del orden
feudal y su visión providencial reivindicando la dignidad y el valor de la
persona como ser racional que por su misma capacidad puede hallar la verdad y
practicar el bien.
Hacia el siglo XV, Italia fue el foco de
difusión del movimiento artístico, cultural denominado Renacimiento y por el
cual, la burguesía retomando el modelo greco latino, produjo no sólo cambios
estéticos sino la sustitución de los modelos tradicionales feudales, soporte de
la clase señorial. Esta ideología burguesa buscó resaltar los modelos y
estudios clásicos para desplazar el modelo providencial y hacer de la
antigüedad clásica una pauta y modelo a seguir en toda la actividad cultural.
Las ideologías burguesas que acabamos de
señalar el Humanismo y Renacimiento, marcan el primer hito del desarrollo de una
clase social, la burguesía, que entre los siglos XIV y XV inicia su proceso su
gestación y desarrollo; un nuevo momento de maduración en su camino a la
obtención del poder político y la instauración del régimen capitalista como
formación económica dominante, será el movimiento de la Reforma Protestante el
segundo momento de desarrollo de la burguesía, este movimiento aparentemente
religioso esconde, los deseos de una clase burguesa que busca desplazar y
disminuir el poder político de la Iglesia mediante la secularización de sus
bienes y supresión de sus rentas, en beneficio de los príncipes y reyes.
Finalmente la clase burguesa ya madura políticamente esbozó el movimiento de la
Ilustración, en el cual podemos encontrar las bases y principios políticos de
su futuro estado, elaborado acorde a sus necesidades como clase.
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