Lic. LUIS ALBERTO RIVERA
(betorh58@hotmail.com)
La década de los noventa del siglo XX en el Perú, se caracterizó por la proliferación de planteamientos que a lo largo de ese decenio buscaron demostrar que el movimiento social y especialmente el obrero era “una especie en extinción”, visiones enmarcadas dentro de la ofensiva ideológica del imperialismo, que en el plano de las ciencias sociales tuvo a las corrientes neopositivistas, posmodernas y relativistas como sus exponentes más destacadas.
Sin embargo, el obrero, aquel trabajador de
carne y hueso que vende su fuerza de trabajo a cambio de un sueldo o salario ha
demostrado que no ha desaparecido como anunciaron los ideólogos del
imperialismo y “el fin de la historia”, sino por el contrario se encuentran
dentro de los amplios sectores sociales que hoy continúan enfrentando a un
sistema injusto e inhumano que ha condenado a la mayor parte de la población de
nuestro planeta a una situación de extrema pobreza acrecentando el abismo entre
ricos y pobres.
El presente trabajo busca analizar la
dinámica del movimiento obrero hacia inicios de la década de los noventa
(periodo caracterizado en el caso peruano por la implementación del modelo
neoliberal) a través de la visión de un órgano de prensa dirigido a esta clase
social,“ Labor” autodenominado “ Órgano del Proletariado Combatiente”, en 5
números consecutivos entre los años 90 - 91, dió a conocer la dinámica de lucha
de clases al interior de la sociedad peruana, la ascensión del régimen
fujimontesinista y la implantación de la receta neoliberal dirigida por las
entidades del imperialismo mundial como son el BM y el FMI.
El trabajo ha sido dividido en tres partes;
en la primera parte nos situaremos dentro del contexto económico social a
inicios de los años 90, buscando explicar cual es el contexto del pensamiento
económico social a inicios de esta década tanto en el plano mundial como en el
nacional.
En la segunda parte analizaremos el movimiento obrero a través de LABOR, la forma como visualizó la dinámica social peruana dentro del contexto de la implantación del neoliberalismo en el Perú, así como el enfoque de la crisis económico social propia de comienzos de esa década.
En la tercera parte las conclusiones a las que llegamos en este ensayo, que no es concluyente sino que pretende abrir camino en futuros trabajos que nos inserten dentro de esta década con estudios no desde los sectores sociales dominantes sino desde los sectores dominados y explotados que son la mayoría en nuestra sociedad.
En la segunda parte analizaremos el movimiento obrero a través de LABOR, la forma como visualizó la dinámica social peruana dentro del contexto de la implantación del neoliberalismo en el Perú, así como el enfoque de la crisis económico social propia de comienzos de esa década.
En la tercera parte las conclusiones a las que llegamos en este ensayo, que no es concluyente sino que pretende abrir camino en futuros trabajos que nos inserten dentro de esta década con estudios no desde los sectores sociales dominantes sino desde los sectores dominados y explotados que son la mayoría en nuestra sociedad.
Finalmente adjuntamos como anexos un esquema
de resumen de los cinco números de Labor, con la temática de cada número entre
los años 90 –91 en que tuvo difusión.
I.
EL IMPERIALISMO A FINES DEL SIGLO XX: CONTEXTO ECONOMICO SOCIAL
El año 1989 se produjo en Europa la caída del
denominado Muro de Berlín, mientras en la URSS se daba la implementación de la
denominada Perestroika, que significó el colapso del social imperialismo ruso
(Rodríguez Jose, 2005:4) y el advenimiento de la crisis del socialismo
realmente existente. Estos acontecimientos sociales trajeron consigo la
denominada Hegemonía Imperial (Rivera Herrera: 2003) del sistema capitalista
liderada por su máximo exponente EEUU, el cual pasó a asumir el papel de
potencia hegemónica única o gendarme mundial.
El imperialismo norteamericano y su hegemonía
en esta última década del siglo XX, se traduce en la expansión del capital
norteamericano a nivel mundial evidenciado de manera explícita por un informe
del Financial Times, por el cual como señala Petras (2002), dentro de un examen
de 500 de las principales corporaciones multinacionales (CMN), un 48% son de
propiedad norteamericana, y siendo más exquisitos en las estadísticas se
señalan que de las 15 principales instituciones financieras y de inversión en
el mundo, 11 son norteamericanas; estas cifras demuestran “......la
concentración sin precedentes de las ganancias, a manos de sus corporaciones
multinacionales..” (Petras: 2001:339).
Frente a esta ofensiva del imperialismo norteamericano al ya no tener contender a la vista (caída del régimen social imperialista ruso) se preparó el segundo paso, su legitimización ideológica y su aceptación mundial mediante un discurso ideológico que vendió la imagen de que otro mundo y otro sistema alterno constituían una utopía inalcanzable y a lo máximo que podíamos aspirar era a los beneficios del sistema capitalista, dándonos en el fondo una visión del mundo no dinámica, sino estático - perfectible .
Dentro de la ofensiva ideológica del sistema
capitalista, este se apresuró a sentenciar la “muerte del socialismo”, “el fin
de las ideologías” y “ el fin de la historia”, planteamientos ideológicos cuyo
objetivo era legitimar el nuevo orden mundial que se empezaba a dibujar en el
mundo y que pretendía “... dejar bien en claro que no hay alternativa al
capitalismo, a un mundo en donde los muchos trabajaran mas por menos, a fin de
que los pocos privilegiados acumulen mas y más riquezas” (Romano: 1995).
Para encubrir este proceso económico se
difundió en los medios académicos e intelectuales diversos términos que
buscaron enmascarar la nueva forma de explotación y dependencia que se dibujaba
en el mundo.
Surge así el concepto Globalización y la
aldea global como sinónimo de “Interdependencia entre las naciones”, conceptos
que buscaron erradicar categorías sociales de análisis como “Imperialismo” del
lenguaje académico.
Al respecto Petras menciona “ Lo que se
describe como Globalización es, por tanto, esencialmente una continuación del
pasado, basada en la profundización y extensión de relaciones de explotación a
nivel de clases... En el mundo actual queda claro que los países imperiales
difícilmente son dependientes de la mayor parte de los países del tercer mundo.
... De allí que el concepto de imperialismo se ajusta mucho mejor a la realidad
que los presupuestos que subyacen en la noción de Globalización”.
De esta manera el término globalización y su
empleo masivo buscó no sólo reemplazar el concepto, imperialismo, sino también
sirvió como parte del utillaje teórico de la ideología dominante para disfrazar
las crecientes desigualdades sociales, la mayor polarización social y las
crecientes trasferencias de los recursos del estado al capital.
De esta manera se demostraba como los
conceptos en el ámbito de análisis de las ciencias sociales, guardan trasfondos
ideológicos, que los defensores de la neutralidad no han podido erradicar dado
que sus conceptos están sirviendo al imperialismo, que busca con el empleo de
“nuevos términos” y categorías de análisis, ocultar su verdadero fin, el de
legitimar el orden social existente. Desconocen estos “teóricos del sistema” ,
un criterio básico para la elaboración y empleo de los conceptos, el que deben
reflejar de manera concreta y directa la realidad, representándola en toda su
complejidad fenoménica y no solamente en la apariencia.
EL
PANORAMA SUDAMERICO.
Hacia fines de la década de los 80 e inicios
de lo que hemos denominado los neoliberales años 90, económicamente se
estableció un nuevo orden mundial caracterizado por la unipolaridad y hegemonía
del sistema capitalista, donde la potencia hegemónica era EEUU.
América Latina no fue ajena a este proceso de
cambios mundiales y el imperialismo se dejó sentir rápidamente con el ascenso
de gobiernos que implementaron las medidas económicas neoliberales en los
países de la región y en el plano de lo ideológico difundieron el planteamiento
neoliberal de culto al mercado, ideología.
Estos nuevos gobiernos en América Latina
llevaron a cabo las medidas neoliberales concretizadas en la venta de las
principales empresas públicas dentro del planteamiento que todo lo estatal debe
ser vendido para que la empresa privada y la libre competencia logren mejoras
sustanciales en los servicios.
Gobiernos de países sudamericanos como los de Carlos Menen, Cesar Gaviria, Collor de Melo, Alberto Fujimori (Argentina, Colombia, Brasil, Perú respectivamente), implementaron abierta y desbocadamente la receta neoliberal en sus respectivos países con la aplicación de medidas económicas monitoreadas por los organizamos financieros internacionales, Petras mencionó al respecto: ...el imperialismo norteamericano, con el apoyo de las elites latinoamericanas, ha tenido un gran éxito imponiendo un "mercado libre" o modelo económico-político neo-liberal a lo largo del continente y ha producido extraordinarias transferencias de riqueza a los bancos de EE.UU. y multinacionales; se estima en alrededor de 1.5 billones (1.500.000.000.000) de dólares durante los últimos 15 años (Petras: 2005).
Gobiernos de países sudamericanos como los de Carlos Menen, Cesar Gaviria, Collor de Melo, Alberto Fujimori (Argentina, Colombia, Brasil, Perú respectivamente), implementaron abierta y desbocadamente la receta neoliberal en sus respectivos países con la aplicación de medidas económicas monitoreadas por los organizamos financieros internacionales, Petras mencionó al respecto: ...el imperialismo norteamericano, con el apoyo de las elites latinoamericanas, ha tenido un gran éxito imponiendo un "mercado libre" o modelo económico-político neo-liberal a lo largo del continente y ha producido extraordinarias transferencias de riqueza a los bancos de EE.UU. y multinacionales; se estima en alrededor de 1.5 billones (1.500.000.000.000) de dólares durante los últimos 15 años (Petras: 2005).
La aplicación del neoliberalismo en la década
de los 90, en los países de Sudamérica debemos reflexionarlo en función a los
beneficios que ha traído para las inmensas mayorías de la población de nuestros
pueblos. Para el caso chileno ejemplo y paradigma para el resto de países de la
región, las estadísticas nos dicen que a pesar de hablarse de un país que
gracias a su política neoliberal a logrado desarrollo, los índices de pobreza
debido a la implementación del neoliberalismo.
En Chile se beneficiaron directamente sólo el
10% de la población de este país, siendo el lado oculto, los índices de pobreza
elevados, como señala Vega Cantor : “ Allí los pobres aumentaron
notablemente en los últimos 20 años, pasándose de un millón en tiempos de
Allende a 7 millones en la actualidad , pese que la población no ha crecido y
se a mantenido en la cifra de 12 millones” (Vega Cantor:1997)
Y si realizamos un recorrido veloz por
algunos países donde se aplicó el neoliberalismo podemos señalar que “...Según
el BM la renta media per capita en Argentina disminuyó de 1990 dólares en 1980
a 1630 en 1988.....un 30% de sus habitantes , viven por debajo del nivel de
pobreza y Buenos Aires se ha llenado últimamente de “villas miseria” ........En
el Brasil...el 40% tiene ingresos inferiores al salario mínimo legal. Su
sistema educativo presenta las mas elevadas cifras de deserción del mundo. La
mortalidad infantil para este país es superior a la de Sri Lanka. El 32% de la
población sufre condiciones infrahumanas de vida. Siete millones de niños viven
de la mendicidad en las calles” (Vega Cantor: 1997)
De esta forma se implementó la receta
neoliberal en Sudamérica mediante gobiernos que asumieron los postulados de los
organismos financieros internacionales, e instauraron regímenes que reprimieron
mediante múltiples mecanismos al movimiento popular.
Por otro lado el movimiento popular en cada
uno de estos países en mayor o menos medida resistió y enfrentó la aplicación
de las políticas neoliberales.
A.
EL NEOLIBERALISMO EN EL PERU: “SALVO EL MERCADO TODO ES ILUSION”.
La década de los años 90 en América Latina se
caracterizó por la puesta en marcha de una política económica conocida como
Neoliberalismo, política económica asumida por los gobiernos de nuestros
estados, los cuales abandonaron la doctrina del estado participativo y
regulador por la del estado benefactor del ingreso irrestricto de capitales
extranjeros.
La crisis económico social estructural de
nuestro país se vio acentuado producto del fracaso del régimen aprista durante
la presidencia del Dr. Alan García Pérez (1985 –1990) quien obtuvo el cargo de
presidente gracias a un creciente apoyo popular, cuyos miembros esperaban que
el denominado “partido del pueblo” solucionara los problemas de los más
necesitados.
Sin embargo hacia fines del régimen aprista,
los índices de inflación fueron calculados en grandes dígitos y titulados como
hiperinflación con una economía inestable y un crédito externo quebrado asi
como el aislamiento de nuestro país del ámbito internacional, esto de la mano
con una ola de denuncias de corrupción de mucho de sus funcionarios estatales y
también de violación de los derechos humanos, lo cual creó un clima de
descrédito generalizado.
En este contexto llegamos a la década de los
90 a unas elecciones donde el candidato y posible ganador era el literato Mario
Vargas Llosa líder del denominado FREDEMO ( con su propuesta de modelo
neoliberal), Javier Iguíñiz mencionaba con relación a este movimiento político “..El
FREDEMO es también un proyecto transnacional, internacionalista y
anticomunista, parte de la ofensiva internacional contra el estado benefactor
característico de la posguerra.”(Quehacer: 1989:46). Este movimiento
transnacional fue derrotado por una figura casi desconocida para algunos en el
escenario político y para la inmensa mayoría de peruanos; un candidato que presentó
algunas filiaciones con el APRA, el ingeniero agrónomo Alberto Fujimori
Fujimori líder del movimiento CAMBIO 90 y que para lograr ingresar a la segunda
vuelta.
Fujimori basó su planteamiento en que no se
daría la implementación del denominado Shock que no era otra cosa que la
aplicación de la receta del neoliberalismo en el país, sin embargo una vez
ganada las elecciones por Fujimori, fue aplicado entre sus primeras medidas
económicas argumentando que era el único medio para salir de la crisis, para lo
cual se produjo una alianza con los sectores dominantes del país que sirvió
para afianzar en el poder a una camarilla de funcionarios adictos al FMI y sus
demás organismos.
Esta alianza con algunos miembros del
movimiento FREDEMO y sectores de la derecha peruana se hacía con la intención
de tener asesoría en la aplicación de un modelo económico, que este candidato
jamás presentó y nunca tuvo dado que no pensaría llegar tan lejos en la lid
electoral del 90.
Alberto Fujimori (1990–2000) asumió como
único camino para salir de la crisis económica (al cual nos había terminado de
sumergir el gobierno del partido aprista) un ajuste económico “Shock” con el
cual un gran número de la población pasó a condiciones miserables de existencia
y que sufrió según analistas de la época de un gran defecto en su aplicación “...en
los hechos el precio del ajuste ha sido descargado preponderantemente sobre los
más pobres. Decimos preponderantemente porque todos los sufrimos, pero los que
están en peor condición económico - social lo están sufriendo intensamente, y
sin políticas de alivio” (Quehacer: 1990).
Luego del denominado Shock, el gobierno
Fujimorista decidió dar el siguiente paso: reinsertar al Perú dentro del
sistema financiero mundial con la intención de propiciar el ingreso de
capitales hacia nuestra economía.
A partir de entonces su política económica
buscó cambiar drásticamente las reglas del juego abriendo la economía y
desactivando la intervención del estado. Al respecto Raúl Guerrero (1991:37)
menciona “...Cuanto menos se meta el estado, mejor. El mercado es
imparcial y justo: no toma partido por anticipado premia inexorablemente al
bueno y eficiente y castiga al malo sobre sus resultados.”
Filosofía que resume la forma como la derecha
peruana visualizó al mercado asumiendo de manera ortodoxa, aplicando una receta
económica que no buscó el desarrollo del país sino su subordinación al
capitalismo mundial y la perduración dentro de la estructura social peruana de
un pequeño sector social como clase rentista y parasitaria - característica
presentada a lo largo del proceso histórico peruano – que se benefició de las
bondades que este orden económico les otorgaría.
Esta forma de percibir la realidad, se
restringió a visualizar el mercado como el sendero que llevaría a los estados
al crecimiento, progreso y desarrollo. En resumen su filosofía la sintetizaron
en: ”Salvo el mercado todo es ilusión”. Pensamiento ortodoxo que contrariamente
a los que sostenían la muerte de las ideologías representaba a una de ellas, la
capitalista liberal en toda su ortodoxia.
Para Humberto Campodónico (1992) las
políticas neoliberales en los primeros años de la década de los noventa habían
fracasado como políticas económicas en los países industrializados y sólo la
derecha peruana se obsesionaba con su aplicación en el Perú:
“..los adeptos tardíos del neoliberalismo se
han puesto las anteojeras ideológicas para no ver más allá de sus narices.”
(ibid). Frase que plasma no solamente la manera ortodoxa de aplicar el
neoliberalismo en el Perú sino la no implementación de la receta neoliberal
ajustándola a la realidad peruana
La irrestricta apertura del mercado a los
capitales extranjeros trajo consigo la venta de casi la totalidad de empresas
públicas, la “flexibilización” de los derechos laborales, y la puesta en marcha
de un proyecto dictatorial que para 1992 con el autogolpe de estado del 5 de
abril se afianzó como producto de la alianza entre un sector de la institución
militar y un pequeño sector social.
De esta manera se llegó a establecer una
alianza cívica – militar. Proyecto autoritario que condenaba a la población a
aceptar el desarrollo de un capitalismo salvaje que eliminaba derechos,
conquistas sociales e instauraba un poder autocrático respaldado en el poder
militar. La puesta en marcha del proyecto neoliberal peruano contó con un
eficiente control interno y represión política –social, la cual buscaba
legitimar y mantener el orden económico que se fundaba en ”la exclusión de
grandes sectores de la ciudadanía”.
II.
EL MOVIMIENTO OBRERO EN LA VISION DE “LABOR”
Para iniciar el estudio del movimiento obrero
desde la visión de LABOR a inicios de los años 90, definiremos los conceptos
sustanciales que emplearemos para el análisis de una totalidad concreta como es
el movimiento obrero.
Manuel Tuñon de Lara ( 1985) define al obrero
como “ ...aquella persona que vende su fuerza de trabajo a otra, llamada
capitalista, que posee los medios de producción y que es también dueña de los
bienes de producción. En el sentido estricto, el obrero trabaja en los sectores
primario o secundario de la producción (agricultura, industria, minas, energía)
o en sectores del terciario más vinculados a la producción (transportes)”.
La definición asumida acerca del concepto de
obrero descansa sobre la posición que ocupa este dentro de la estructura de
producción social, en este sentido el obrero se encuentra ubicado dentro del
sector social que no posee los medios de producción, o también podríamos decir
que constituye parte del sector no poseyente, sector mayoritario dentro de la
sociedad y que por esta situación social concreta forma parte del sector
dominado.
Sobre el concepto de movimiento obrero Tuñón
de Lara (1985) lo conceptualiza como una “....actividad y una toma de
conciencia de la condición social,... supone la exigencia de actuar
solidariamente, ya que la producción es un fenómeno social....es el acto de
asociarse los obreros, temporal o permanentemente, con fines profesionales o
también políticos, pero siempre en función de su naturaleza obrera”.
Concepto que busca enfocar el grado no sólo
de actividad de los obreros sino relacionarlo con la toma de conciencia de su
realidad concreta es decir visualiza a los obreros en sus niveles del “en si” y
“para sí”. Entendiendo como conciencia en el ámbito del “en sí”,
cuando los sujetos históricos (en este caso
los obreros) se reconocen como miembros de una ordenación social, se reconocen
diferentes al interior de la estructura social, el ejemplo de clase social es
básico para entender este nivel.
Asi también cuando hablamos del ámbito de la
conciencia en el plano del “para si”, hacemos referencia no sólo a que los
sujetos históricos se reconozcan como diferentes y miembros de una clase
social, sino que asumen una opción y visión del mundo que les rodea buscando
con planteamientos políticos cambiar el orden social existente ( Rivera: 2004).
Dentro de los elementos de toma de conciencia
del movimiento obrero, la prensa obrera nos brinda un indicativo acerca del
grado de conciencia de clase en el nivel del “para sí” a la que ha llegado el
sector obrero no sólo reconociendo su posición dentro de la estructura social
del estado sino asumiendo planteamientos que busquen cambiar ese orden
existente que es perjudicial para su progreso.
2.1
LABOR: ORGANO DE PRENSA OBRERA A INICIOS DE LA DECADA DEL 90.
“LABOR”, autodenominado Órgano del
Proletariado Combatiente, se constituyó en un órgano de prensa que tuvo su
irrupción en la sociedad peruana entre los años 90 (Enero – Febrero) y
91(Octubre – Noviembre), en cinco números. Este órgano de prensa tuvo como
ícono de su portada la figura de Mariátegui, intelectual, ideólogo y fundador
del Partido Comunista del Perú.
La figura de Mariátegui acompaña al
movimiento obrero desde la década de los 30 del siglo pasado ya que como
ideólogo aportó con sus escritos las bases teóricas y herramientas ideológicas
del movimiento obrero haciendo que este pueda dar un salto cualitativo en su
organización y visión de clase social de avanzada y protagonista del cambio
social, es decir con Mariátegui asistimos a la ascensión del proletariado
peruano de “una clase en si” a un nivel de “clase para si”.
LABOR, como órgano de prensa cumple un papel
muy importante dentro de los sectores dominados, dado que su papel no sólo se
redujo al plano informativo sino también a la formación de una conciencia
crítica y de educación del sector obrero en el plano político e ideológico.
Este órgano de prensa irrumpe en la sociedad peruana principalmente capitalina
dentro de un contexto en el cual el movimiento popular se encuentra en una
situación de convulsión social por la crisis económica social y política en la
que se encontraba sumergido nuestro país, sin dejar de lado la crítica
situación de violencia política por la que la sociedad peruana se encontraba
atravesando.
LABOR no sólo fue testigo de las repercusiones
de la caída del social imperialismo ruso sino también lo fue del advenimiento
del modelo neoliberal en el Perú, la implementación de las primeras mediadas,
la forma como los sectores sociales organizados intentaron hacer frente a este
modelo ortodoxo neoliberal y el método que utilizaría el estado para su
implementación que no reparó en desapariciones y violaciones sistemáticas de
los derechos humanos.
Asi también LABOR fue testigo del escenario
previo a la instauración de un régimen cívico – militar, que no fue otra cosa
que una alianza entre los sectores dominantes de la sociedad peruana con una
cúpula de las FFAA que renunció a cumplir su papel de no dirimentes en los
procesos políticos y formaron parte del régimen Fujimorista con la ayuda del ex
asesor Cap. Vladimiro Montesinos (el cual sirvió de nexo para acercar a una
corrupta cúpula militar con el ejecutivo), gobernando el estado peruano
mediante una dictadura cívico - militar.
En la parte correspondiente a su editorial,
menciona a manera de ejemplo la función importante realizada por el quincenario
“LABOR”, publicado en 1928 por José Carlos Mariátegui, definido como un órgano
periodístico de clase, cuya función consistió en dotar al proletariado de un
medio de prensa informativo y de combate dado que hasta ese momento se carecía
de un órgano de esa magnitud en el seno del movimiento obrero.
En ese momento Mariátegui concibió el papel
jugado por la prensa popular: “...no como mero medio informativo sino como
un medio de educación ideológica de las clases oprimidas y explotadas” (Labor:
1990).
De esta forma el nuevo LABOR, a inicios de
los 90 buscó continuar la obra iniciada por Mariátegui (1928) y que tenía como
función dotar al proletario de un periódico que no sólo informe sino eduque al
interior del movimiento obrero, hacer de su periódico el órgano de prensa del
movimiento obrero.
En el primer número de LABOR fechado en Enero
– Febrero de 1990 a manera de objetivo principal, en su editorial se dirá:
“LABOR, nuestra publicación, se propone, pues, ser el órgano del proletariado
combatiente y – lejos de toda agitación electorera que arrastra a las propia
fuerzas autodenominadas de izquierda - asumir la decidida defensa de la clase,
expresar su voz, ser su tribuna de queja y denuncia, su vehículo de
esclarecimiento ideológico y político, aparte de ser su medio de información
testimonial, ágil y directo”(LABOR No1,1990:1).
Con estas palabras LABOR reafirmó su pretensión de constituirse en un órgano de prensa que buscó defender no sólo a la clase obrera sino también convertirse en un ambiente de discusión ideológica y política dentro del movimiento obrero; en un contexto caracterizado por la llegada a la lid electoral. Es decir convertirse en la tribuna del sector obrero donde pueda tener eco su voz de protesta y su problemática cotidiana. Así como también ser espacio de debate entre las diferentes posiciones dentro del movimiento obrero, un espacio que cumplió con una función importante en tanto que siempre el debate y la discusión esclarece posiciones y reafirma las posturas correctas.
Con estas palabras LABOR reafirmó su pretensión de constituirse en un órgano de prensa que buscó defender no sólo a la clase obrera sino también convertirse en un ambiente de discusión ideológica y política dentro del movimiento obrero; en un contexto caracterizado por la llegada a la lid electoral. Es decir convertirse en la tribuna del sector obrero donde pueda tener eco su voz de protesta y su problemática cotidiana. Así como también ser espacio de debate entre las diferentes posiciones dentro del movimiento obrero, un espacio que cumplió con una función importante en tanto que siempre el debate y la discusión esclarece posiciones y reafirma las posturas correctas.
En sus primeras líneas a manera de
presentación se mencionó:
“Somos testigos y protagonistas del hambre,
la miseria y la explotación creciente de nuestro pueblo y nos ubicamos en su
trinchera de combate, seguros de que solo las masas, organizadas y alzadas en
torno a sus intereses de clase, gestaran el cambio del sistema imperante.
Estamos con la clase, y desde el lugar que nos depara LABOR, combatiremos
inflexiblemente al lado de las masas, jamás aisladamente ni poniéndonos sobre
ella (Ibíd.).
Posición que asume LABOR con respecto a la
problemática nacional y la función que le toca jugar dentro del movimiento
obrero nacional.
Respecto a esta situación concreta, LABOR
menciona el deseo de convertirse en el órgano de prensa del movimiento obrero
formando parte de esta totalidad y no colocándose por encima. Sin embargo sólo
tendrá una existencia fugaz, cinco números entre los años 90 y 91, pero quizá
la importancia sustancial de su fugaz existencia radica en poder brindar una
visión desde los sectores dominados acerca de la implementación de la receta
neoliberal, asi mismo de poder a través del análisis de sus páginas ver el
movimiento y la dinámica social de los años iniciales de la década del 90.
Asimismo nos permite tener algunos elementos
para poder entender las causas que hicieron que los sectores sociales incrementen
el acelerado proceso de desarticulación de sus organizaciones de base y lo que
podríamos calificar como el repliegue del movimiento popular.
Finalmente si quisiéramos indagar acerca de cuál
es el sector hacia donde LABOR apunta sus planteamiento y mensaje podríamos
tomar sus propias líneas cuando mencionan “lo hacemos con humildad, con el
único propósito – como diría el mismo (Mariátegui) – de ponernos al servicio de
“obreros de la industria y los transportes, trabajadores agrícolas, mineros, comunidades
indígenas, maestros, empleados, etc”. (LABOR No1, 1990:1). Sectores sociales
que son los mayoritarios del país y que estarían dentro de lo que podríamos
llamar los sectores sociales no poseyentes de los medios de producción o
también asignarles el de sectores sociales dominados.
2.2 LA CRISIS ECONÓMICA SOCIAL PERUANA A
INICIOS DE LOS AÑOS 90 DESDE LABOR.
La década de los 90 del siglo pasado
significó para la sociedad peruana la aplicación de la receta neoliberal
monitoreada por el FMI (Fondo Monetario Internacional) y el BID (Banco
Interamericano de Desarrollo).
La década de los 90 en sus inicios es
descrita por LABOR, en su primer número, su editorial mencionó “La crisis
económica del país revela la bancarrota del sistema semicolonial y capitalista,
sustentada en la incapacidad de reproducir y ampliar su riqueza, las clases
dominantes, ante este hecho han optado por iniciar las transferencias de sus
capitales hacia otros países”. (LABOR No1,1990:3).
LABOR describe el panorama en los primeros
meses del año 90, caracterizado por una crisis económica galopante una
hiperinflacion a la que nos había sumido la política económica del régimen
aprista y el proceso de fuga de capitales.
Frente a este panorama los sectores sociales
organizados en sindicatos, organizaciones de base se encontraban en una lucha
constante frente a la critica situación económica a la que el sistema y el
régimen aprista los condenaba , en contraparte el estado se defendía de
múltiples formas no-sólo con asistencialismo y clientelismo sino también con
una política de violencia dirigido a los sectores organizados que no caían en
la demagogia del gobierno aprista.
De esta manera, los mecanismos utilizados
parta contener el descontento popular serán catalogados por LABOR como
fascistoide, en clara alusión a los grupos paramilitares que existían durante el
régimen aprista y las continuas desapariciones y violaciones de derechos
humanos en los años 90, al respecto menciona “La arremetida fascistoide que se
desarrolla actualmente: desapariciones de dirigentes (Aznaran, Alarcón, Huamán),
violación de las libertades individuales, hambreamiento de los sectores
populares, no son sino la forma de “persuasión” que ejercen los sectores de
poder sobre el proletariado y el pueblo, a fin de inmovilizarlo, desarmarlo y
aniquilarlo” (LABOR No1,1990:3).
Esta forma de proceder quedaría demostrada el
15 de enero del año 90 cuando los obreros del centro minero Centromin en la
zona central del Perú, declarados en huelga indefinida exigieron en su
plataforma de lucha la desmilitarizaron de las minas y campamentos y en demanda
de la solución a sus reivindicaciones, habiendo sufrido el acoso por parte del
Comando Político Militar de la zona quienes: “.... han pretendido quebrar
la lucha de los mineros mediante el allanamiento de los locales sindicales,
persecución de dirigentes y todo tipo de hostigamiento: amenazas, represión y
detenciones.” (LABOR No1, 1990: 2).
2.3
EL MOVIMIENTO OBRERO A INICIOS DE LA DECADA DEL 90: UNA VISIÓN DESDE LABOR.
2.3.1
LABOR: DEL ASCENSO DE FUJIMORI AL SHOCK NEOLIBERAL
Labor publicó su primer número en los meses
de Enero y Febrero del año 1990, últimos meses del gobierno de Alan García
Pérez, quien culminaba su régimen envuelto en actos de corrupción de sus
funcionarios (incluido el mismo presidente y ministros), violación de derechos
humanos y una aguda crisis económica social, dentro del contexto de la
denominada violencia política que sacudía al Perú desde inicios de la década
del 80.
En el primer número de LABOR en una
entrevista a Juan Gallegos Jiménez (dirigente obrero) al indagar sobre la
situación del país a inicios del año 90 el obrero menciona: “La situación
nuestra empeora, las condiciones de vida de obreros y demás sectores populares,
no se aliviara, ni se salvaran de la crisis y en particular de la hiperinflación...”.
(LABOR No1, 1990:4).
Testimonio que permite vislumbrar la
precariedad y crítica situación en la que se encontraba el sector obrero y las
condiciones de vida a las que la política económica del PAP había llevado no
sólo al sector obrero sino también los amplios sectores sociales.
Asi también el testimonio permite analizar
que para un sector de los obreros la visión de futuro es pesimista en el
sentido de visualizar que es muy difícil salir de la crisis a la cual esta
sumida la sociedad peruana.
Pero no-sólo es importante tener la visión de
los obreros acerca de los meses previos a las elecciones presidenciales de ese
año, sino también de miembros de los sectores sociales organizados de la sociedad;
este es el caso de Pedro Gines Vílchez (Secretario de Prensa y Propaganda del
FEDIP . José C. Mariátegui) quien sobre la situación económica y social del
Perú mencionó:
“ Vivimos una situación muy critica, la
crisis económica golpea al pueblo y se desarrolla una creciente militarización
de pueblos y campos, en el marco del cual las desapariciones y ejecuciones
extrajudiciales, están conduciendo a una mayor polarización
social............AP – PPC y LIBERTAD, tradicionales y ultraliberales, hoy
expresados en FREDEMO, son la derecha, representan a las clases dominantes”.
Testimonio que resalta no sólo la crítica
situación económica y social que vivía nuestro país sino que señala para esos
años la creciente militarización que se estaba produciendo, la manera como se
polarizó la sociedad peruana, el clima de violencia por el que se atravesaba,
las desapariciones y ejecuciones extrajudiciales, ya denunciadas, pero que los
sectores dominantes de la sociedad peruana se negaban a escuchar.
Asimismo se detalla la lucha emprendida por
los obreros de Centromin, haciendo referencia a la paralización llevada a cabo
del 17 al 19 de enero de 1990 por la Federación Minera de Huancavelica y que
tuvo como principal demanda “el exigir la inmediata libertad de Víctor
Taype Segura, encarcelado en esa ciudad desde el 20 de noviembre pasado y otras
reivindicaciones Taype es presidente de la Federación Minera. (LABOR 1990:2).
Estos testimonios recogidos en LABOR intentan
darnos una visión de cómo se desarrollaba el proceso histórico social, a
inicios de los 90, caracterizado no sólo por una crítica situación económica
social sino también con la protesta y lucha de los sectores sociales
productores de la riqueza. Crítica situación que intenta ser contenido con
medidas represivas de parte del estado como encarcelamientos y amedrentamientos
a los dirigentes obreros.
El gobierno Fujimori carente de un programa
económico que en algunas oportunidades mencionó tener, hará suyo la política
neoliberal del FREDEMO, que trajo como consecuencia la aplicación del
denominado Ajuste Estructural (Shock).
Con respecto al denominado shock o ajuste
estructural Javier Iguíñiz (1991) mencionaría:
“La política de ajuste estructural produce
desempleo y pobreza; la política social, desamparo; la política de
pacificación, inseguridad ciudadana; y la política de moralización, un rechazo
a la autoridad. Cada una de las políticas, por acción u omisión, quita
eficiencia o destruye a las demás y contribuye a la fragilidad que alimenta la
estrechez de horizonte, que profundiza la desconfianza en las fuerzas sociales
y políticas nacionales y que hace necesario el autoritarismo. ¿ Es esto
estabilizar el país?”(Iguíñiz 1991:13)
LABOR cuando aborde de manera teórica el
neoliberalismo en un artículo titulado “LIBERALISMO PROFASCISTA” incide en una
de las características esenciales de la implementación del modelo neoliberal en
América Latina: “se manifiesta en aquellas concepciones políticas de corte
autoritario, pudiendo observarse un vinculo ideológico entre las concepciones
económicas y las versiones más extremas de gobiernos dictatoriales, que
protegen la “seguridad nacional” (LABOR No1,1990:6).
Este artículo es importante dado que de
manera analítica se da a conocer no sólo en qué consistió la implementación del
neoliberalismo sino también la forma en que se llevó a cabo y como se logró
imponerlo en la sociedad.
Entre las características del neoliberalismo
se mencionó que la base del pensamiento económico es la libre competencia en el
mercado, libre competencia presentada como la forma más eficaz de desarrollo de
las fuerzas productivas, que significaba la no planificación de la producción
(por que se produce para el mercado).
También hace referencia al lugar que tendrían
la empresas estatales dentro de este modelo, el cual será de ser transferidas a
un reducido grupo privado mediante el discurso de “ ser incapaces e
ineficientes en manos de la administración pública", trasferencia que se
encuentra íntimamente ligada a la apertura externa que deja libre el ingreso a
los capitales transnacionales, quienes además gozarían de una reducción de los
aranceles y la eliminación de medidas regulatorias, siendo también los recursos
naturales explotados con el criterio de la ventaja comparativa es decir se
produce para la exportación y se especializa la producción de bienes.
En cuanto a lo referente a la problemática del
obrero dentro de esta forma de producción, menciona que el libre mercado
necesitaría de una fuerza de trabajo libre, liberada de todo tipo de
organización que presione y permita poner condiciones, lo que traería consigo
la desintegración de los sindicatos, gremios y todo tipo de organización que
ponga en problemas al sistema
El numero 2 de LABOR (abril) incide sobre el
contexto de los meses inmediatos a las elecciones presidenciales de ese año, en
cuanto a la problemática del movimiento obrero se menciona la lucha del obrero
textil de TEJIDOS LA UNION quienes se encontraban exigiendo la reapertura de
sus 13 plantas de trabajo cerradas por los dueños, los empresarios del grupo
Brescia, cierre que tenía por objetivo como lo menciona LABOR:
“... presionar al gobierno por mayores
incentivos tributarios y facilidades para reducir aun mas los costos de mano de
obra y al mismo tiempo desarticular al movimiento sindical.......aduciendo
falta de materia prima y liquidez, hace ya más de un mes.” (LABOR No3, 1990:2).
Y que trajo consigo como respuesta del
movimiento obrero“continuas marchas, mítines, bloqueos exigiendo la reapertura
de las plantas”.
Otra manifestación de la dinamicidad del
movimiento obrero se pone de manifiesta cuando los obreros de “LUZ Y FUERZA”
(gremio sindical del sector electico), y que aglutina a 15 mil trabajadores y
se encontraban en una huelga indefinida a escala nacional exigiendo como
demanda central el cumplimiento del pacto sindical de 1946, que ordenaba el
incremento de sueldos y salarios cada 3 meses de acuerdo al índice del costo de
vida, esta demanda se hacia dentro de un contexto de hiperinflación que hacía
muy precaria la situación de los trabajadores.
También dentro de su problemática demandaban “..exigencia
del saneamiento económico de la empresa y denuncian a sus ejecutivos por el
descaro favoritismo con las empresas industriales y comerciales a las que
benefician con tarifas rebajadas que llegan solo a la tercera parte de lo que
consumen, beneficio que ha llegado, durante este gobierno a los 1,360 millones
de dólares” (LABOR No2,1990:2).
Finalmente en una artículo titulado
“SIDERPERU: reorientar el combate del proletariado siderúrgico” (LABOR N. 2) se
denuncia que los problemas financieros de SIDERPERU respondena una consecuencia
inmediata de la administración aprista y que sirve en esos meses para iniciar
una campaña por parte de los sectores del FREDEMO que junto a sectores privados
e invernistas extranjeros se encuentran preparando
“el terreno que haga viable el cierre de
SIDERPERU, la SIN anuencia que un grupo de empresarios nacionales, se preparan
para que se les de dicha planta, estando su capital asociado a una empresa
extranjera, arguyendo que los insumos son muy caros y que un grupo de pequeños
exportadores permitiría con el grupo de empresarios variar la situación” (LABOR
No2, 1990:6).
Asistimos de esta forma a la puesta en marcha
de la estrategia a utilizada poco después de instaurado el régimen de Fujimori
para la venta de las empresas estatales con campañas parecidas a la puesta en
marcha contra CENTROMIN y otros sectores como los de luz y comunicaciones.
El último número de LABOR del año 1990 es el
No3 y data de junio mes posterior a las elecciones y cuyos resultados
decretaron la necesidad de una segunda vuelta electoral entre los dos
principales candidatos el Ing. Alberto Fujimori Fujimori y el escritor Mario
Vargas Llosa.
Con respecto al movimiento obrero el diario
señala la lucha emprendida por los empleados y mineros de San Genaro que se
habían trasladado a Lima desde el 13 de mayo de 1990 en una marcha de
sacrificio denunciando a la compañía empleadora Castrovirreyna Cia. S. A., la
cual había empezando el reto del trato directo aduciendo la no existencia de
reservas al respecto menciona:
“El propósito de la empresa es el cierre de
la mina y el despido de 91 obreros y 25 empleados, para lo cual ha echado a
andar la maniobra de la falta de reservas, vía el gerente general Ing. Jorge
Añorga Noriega en confabulación con los ingenieros de los departamentos de
Geología y Producción. Igualmente la empresa ha burlado el pago de vacaciones
de los trabajadores a quienes corresponde este beneficio en mayo asi como
diversos pactos y convenios colectivos. Como si fuera poco , la patronal a
provoco un desabastecimiento total de los artículos de primera necesidad en la
mercantil del campamento minero y de medicinas en el hospital” (LABOR
No3,1990:2).
En estas líneas se pone de manifiesto no sólo
los métodos empleados por los empleadores y capitalistas para desconocen los
contratos y la estabilidad del sector obrero minero sino el método para buscar
su precarización y salida de la empresa, táctica utilizada como método para
desarticularlos de sus gremios pero no solo ese método fue utilizado para este fin
también se utilizaron los métodos clásicos como son la desaparición y el
amendrentamiento para desarticular a los obreros organizados, al respecto en
ese mismo pliego de reclamos se pasa a denunciar
“ ..el cobarde asesinato de tres trabajadores
(Adrián Chanca, Teófilo Cuadros y Víctor Porras) perpetrados por efectivos de
la base militar acantonada en San Genaro Huancavelica, sin que hasta la fecha
se realice investigación alguna por parte del poder judicial, debido a la
intimidación ejercida, por oficiales del ejército” (LABOR No3,1990:2).
Mecanismo que queda registrado como utilizado
desde la década del 80 para desmovilizar al movimiento obrero y popular
organizado, buscando con la desaparición y la intimidación hacer que el
movimiento popular se inhiba de sus demandas, esta forma de visualizar la
salida a las protestas populares será un mecanismo recurrente no solo en la
década de los 80 sino también n la década de los 90 en donde para la
implementación del neoliberalismo ortodoxo sea utilizado como mecanismo
institucionalizado desde las altas esferas del estado peruano.
Finalmente señalaremos que en este número se
informa de la continuación de la huelga indefinida de los obreros de TEJIDOS LA
UNION que presentaba una población proletaria de 3800 trabajadores que se habían
quedado en la calle exigiendo la reapertura de su centro de trabajo, siendo
este problema como lo señala LABOR:
“Similar problema al de tejidos la Unión se
presenta para los trabajadores de las fabricas textiles Perú y Santa María,
cerradas ilegalmente por los empresarios, bajo el pretexto de quiebra,
argumento igualmente falso como el caso de la Unión. A su vez los trabajadores
de Manufacturas Nylon denuncian que a pesar de ser el productor y poliéster, la
pésima administración por parte del Banco Industrial del Perú ha llevado a la
empresa al deterioro económico y financiero, lo que implica un inminente
peligro de cierre”. (LABOR No3, 1990:2).
2.3.2EL
SHOCK NEOLIOBERAL A LOS ALBORES DEL AUTOGOLPE DE 1992: UNA VISION DESDE LABOR
El primer número del año 91 de LABOR data del
mes de Mayo y es el número 4, la publicación al parecer a tenido problema para
su salida, la conjetura tiene sus indicios en el tiempo de salida, las tres
primeras publicaciones tienen lapsos como máximo de dos meses de diferencia, la
fecha de este número es de mayo, y a salido al parecer como homenaje a
Mariátegui icono representativo del movimiento Obrero y por la celebración del
“Día Internacional del Proletariado”, la carátula presenta un titular a manera de
llamado “Recuperar la Simiente Mariateguista”.
Sin embargo ya para estos años el movimiento
obrero está ingresando a un periodo de crisis y de desorganización, situación
que es visualizada por LABOR y que se visualiza con el movimiento obrero de los
mineros “De otro lado el proletariado minero dio muestras de heroicidad,
pero sus debilidades orgánicas y de dirección impidieron resistir y derrotar la
ofensiva ideológica, política, militar y legal contra él” (LABOR No4, 1991:2).
El movimiento obrero en general a inicios de
los 90 ingresa a una etapa de aguda crisis dentro de sus organizaciones una
crisis en la que el sistema capitalista y sus defensores contribuirán inundando
los medios con planteamientos que buscaron legitimar su nuevo modelo económico
y desvirtuar cualquier alterno, acusándolo de obsoleto y de desfasado. Asimismo
no debemos olvidar el contexto internacional que se vive tras la aparente
derrota del llamado “socialismo existente” y “la victoria final” del
capitalismo.
Con respecto a la ofensiva neoliberal
aplicada en nuestro país LABOR en mayo del año 91,refiere “A seis meses de
implantada la política neoliberal del gobierno, no debe quedar dudas sobre quiénes
son los directos beneficiados. Además del Imperialismo y el FMI, la gran burguesía
exportadora y oligopólica. (LABOR No4, 1991:4).
Es decir las medidas implementadas por
Fujimori tuvieron a los sectores sociales dominantes del país como los
directamente beneficiados, la precarización del trabajo la inestabilidad
laboral, el libre mercado, el desprendimiento paulatino de empresas publicas
vendidas a consorcios privados serán los instrumentos que utilizaron los
sectores sociales dominantes del país para acrecentar su capital y embolsarse
las mayores ganancias.
Este es el ambiente casi inmediato luego de
las medidas económicas dadas por el régimen Fujimorista, medidas que abrían las
puertas de manera irrestricta al capital extranjero en la creencia ortodoxa que
sólo el capital privado salvara al país, y que teníamos que dar todas las
condiciones necesarias para que este capital llegara, no importando que trajo
la pérdida de derechos laborales adquiridos y el colapso de la empresa
nacional.
Todas estas medidas trajeron la respuesta de
los sectores sociales dominados del país, pero debido a la coyuntura
internacional, al papel jugado por los medios de comunicación en este proceso y
la crisis interna que vivía el país, este movimiento de protesta contra estas
medidas careció de organización y unificación de criterios entre las centrales
sindicales para enfrentar de mejor forma las medidas neoliberales que se
estaban implementando.
Como una muestra del movimiento obrero en el
interior del país podemos referir lo publicado por LABOR y que tiene como fecha
el miércoles 9 de octubre del año 91, donde los siderúrgicos obreros y
empleados se movilizaron e intentaron tomar las oficinas principales,
enfrentándose a la represión policial y a los propios dirigentes, para hacer
cumplir la defensa del reajuste automático por costo de vida. Pero esta lucha
no sólo se está dando en el plano político y económico por los obreros, LABOR
registra también la lucha de diversos sectores sociales organizados cuando por
ejemplo se enfrentaron en Tambogrande - Valle de San Lorenzo- el año 91, contra
la empresa minera Francesa ARMG que auspició el neoliberal gobierno Fujimorista
para explotar una mina a tajo abierta recibiendo el rechazo del pueblo y de los
campesino que habían optado por la agricultura en la zona.
Las medidas neoliberales dadas por el régimen fujimorista y los resultados negativos para salir de la crisis hacían que la población empiece a darse cuenta que la salida de la crisis no estaba por la formula neoliberal. LABOR registra en su No4, la lucha del obrero minero por hacer frente a la política neoliberal que se intentaba aplicar a su sector y que traía consigo, lo que denominaron “la caricaturización de la negociación colectiva” para dejarla al libre mercado, la penalización del derecho de huelga, y la campaña contra los obreros y dirigentes acusándolos de “terroristas”.
Las medidas neoliberales dadas por el régimen fujimorista y los resultados negativos para salir de la crisis hacían que la población empiece a darse cuenta que la salida de la crisis no estaba por la formula neoliberal. LABOR registra en su No4, la lucha del obrero minero por hacer frente a la política neoliberal que se intentaba aplicar a su sector y que traía consigo, lo que denominaron “la caricaturización de la negociación colectiva” para dejarla al libre mercado, la penalización del derecho de huelga, y la campaña contra los obreros y dirigentes acusándolos de “terroristas”.
Pero no sólo el sector de los obreros mineros
desplegó una lucha abierta contra el sistema neoliberal y el régimen
Fujimorista sino también el denominado proletariado metalúrgico el cual: “se
encuentra librando una tenaz lucha en defensa de la estabilidad laboral, la
vigencia de pactos y convenios colectivos, por aumento de salarios, contra la
reducción de personal y vacaciones forzadas en defensa de los derechos
conquistados. Numerosas bases se encuentran asumiendo medidas de lucha,
principalmente paralizaciones y huelgas. Entre ellas los sindicatos de Nissan
Motor, contra el despido masivo, Toyota del Perú contra la reducción de la
jornada de trabajo y las “renuncias voluntarias”, Motor Perú contra el despido
de 301 trabajadores y el cierre de fabricas, Metal Empresa, Herramientas,
Etramsa, Ceper Pirelli por la reposición de su dirigente Alfredo Lagos, Surge,
Cobres Laminados, Inresa, Ligold, etc”. (LABOR No5, 1991:2).
En el último número LABOR denuncia en sus
líneas los efectos que está trayendo consigo la aplicación de la receta
neoliberal en el Perú, el despido masivo de trabajadores, el cierre de
fábricas, pero también pone en evidencia como el sector medianamente organizado
del proletariado asume la defensa de su clase frente a la arremetida del
sistema con medidas inmediatas de lucha.
Pero la lucha contra las medidas no sólo
tuvieron de parte del estado acciones que buscaron reprimir de manera violenta
las huelgas, tomas de locales, marchas, etc, sino que también harán su
aparición grupos paramilitares que cumplieron su papel como agentes defensores
del sistema económico que el estado implementaba.
Todos estos indicadores de lucha contra el
modelo neoliberal y sus mínimos resultados para las grandes mayorías del país
son el contexto de la caída de popularidad del régimen hacia fines del 90, y la
emergencia de la lucha de los sectores organizados como el minero, el de
construcción etc. Es así que para mediados del año 91,la población (como señala
Alberto Adrianzén) empieza a ver la realidad social con diferente óptica:
“... todos los días, con una puntualidad que
envidiarían los británicos, se reúnen en diversos lugares de la capital los
sindicatos en conflicto para protestar, no importa que ello signifique poner
piedras en las pistas, botar basura, etc, porque de lo que se trata es de
rechazar una política económica fundada en la insensibilidad del estado y en
ingresos a casi de muerte. Entonces, y a diferencia de los meses anteriores,
las demandas sociales aparecen legitimadas.....Estamos tanto ante los signos de
agotamiento de un estilo de gobierno y de aspectos significativos de un
discurso sobre la crisis, como ante el anuncio de una probable redefinición de
las escena política y social en el segundo año del mandato Fujimorista”.
LABOR en su última publicación comparte esta
imagen del Perú, un agotamiento del modelo neoliberal y la forma como se
aplicaba, la emergencia nuevamente de los sectores sociales que buscaban
defenderse de la aplicación de una política económica que estaba golpeando sus
precarias economías y afectando su propia existencia, LABOR no pudo llegar
hasta la instauración oficial de lo que ya había caracterizado como gobierno
cívico – militar.
El autogolpe de 1992 fue el resultado
entonces de todo este proceso, con un modelo neoliberal que se empezaba a
agotar y que trajo consigo que los sectores sociales dominantes aliados al
ejecutivo con el pretexto de medidas fuertes para su lucha contra la corrupción
y el terrorismo, ejecutaran un autogolpe que tuvo como único objetivo la
aplicación ortodoxa del pensamiento neoliberal, el personaje ejecutor, el
ministro de economía de ese entonces Carlos Boloña, es decir uno de los
objetivos del golpe de estado de Fujimori, fue la implementación de manera ya
publica de un régimen cívico – militar que con mano dura y con “leyes
especiales” “ encamine el país hacia el desarrollo”.
III.
CONCLUSIONES
La década de los 90 para Sudamérica estuvo
caracterizada por la imposición de la receta neoliberal y la instauración de
regímenes en los gobiernos cercanos a la política del imperialismo
norteamericano y la adopción de las medidas económicas monitoreadas por sus
órganos internacionales (BM – FMI –Club de París, etc).
La implementación del neoliberalismo en el Perú tuvo como contexto favorable el clima de crisis económica y social que caracterizó los finales de la década de 1980, con el fracaso del gobierno aprista.
LABOR como órgano de prensa hace su aparición
a inicios de la década de los 90 y permite en sus líneas dibujar un escenario
nacional caracterizado por la militarización del campo y ciudad. Advirtió la
predisposición de los sectores dominantes nacionales a la receta neoliberal
como alternativa para salir de la crisis.
Asimismo este órgano periodístico pudo
advertir el inicio de la ascensión de un gobierno que califico como cívico –
militar, por el componente militar que se constituía en el respaldo del
régimen. Debemos mencionar que las medidas neoliberales fueron implementadas
con el apoyo del sector militar y ante el desgaste durante el primer año de su
mandato el régimen preparó la adopción de un autogolpe que solo sirvió para
poder ejercer en mayor medida sus medidas neoliberales.
Finalmente LABOR permite acercarnos a un
movimiento obrero ya desarticulado por divisiones internas y la no presencia de
una dirigencia que puedas hacer frente a las medidas neoliberales del gobierno
y cuando se advertía la existencia de líderes o grupos de obreros de avanzada que
iniciaban la lucha contra el sistema estos eran víctimas del régimen que no
solo aplicó mecanismos coactivos sino en algunos casos las desapariciones o
violaciones de los derechos humanos como queda comprobado en algunos casos con
los obreros mineros.
ANEXOS
LABOR
Año
1 – No 1. Lima, Enero /Febrero 1990 Director: Moisés Zarzosa.
EL PUEBLO NO HA SIDO DERROTADO
Contenido:
- Servir al Pueblo (Pag 1): Contiene:
San Marcos en lucha contra el cierre.
Pueblo Rimense se queda.
Mineros en combate.
Gobiernos Regionales Tutelados.
FEDIP J.C.M. : Marcha a Palacio de Gobierno
el 30 de enero 90
Se reactiva CITE del Cusco.
Estudiantes Trujillanos repudian pacto APRA –
Aguinaga.
Fundo Bocanegra contra Aprista Yabar y
Secuaces.
Inmediata Reposición de inspectores
Municipales.
Movimiento Campesino de Huaral y Barranca.
- Editorial.
- Avanzada del Movimiento Popular rechaza
farsa electoral (Pág. 4 –5)
Gloria eterna a los mártires de CROMOTEX. (pág.
5)
Sindicato Textil Pimafime. Sacar lecciones de
su combatividad. (pag.5)
Federación de Campesinos de Santiago de
Chuco. “Nosotros no tenemos nada que ver con los electoreros”. (pag.5)
- Liberalismo profascista. (pag.6)
El combativo FEDIP José Carlos Mariátegui.
- XIV Muestra Nacional de Teatro. Abrir
Nuevos caminos. (pág. 7)
71 años de la conquista de la jornada de ocho
horas. El proletariado peruano abre el rumbo a su emancipación. (pag.7)
-
INTERNACIONAL
Rumania: bancarrota del revisionismo (Pag.8).
LABOR
Año
1 – No 2. Lima, Abril 1990 Director: Moisés Zarzosa.
VOTO VICIADO Y LUCHA DE MASAS.
- SERVIR AL PUEBLO. (pág. 2)
Campesinado del norte chico en pie de lucha.
Proletariado de Tejidos la Unión exige
reapertura.
Trabajadores de Luz y Fuerza en Huelga
Indefinida.
Alcalde Fredemista Morales contra los
trabajadores Municipales de San Martín de Porres.
Rondas Celebran X aniversario en Chota.
SUTACE – Callao por reinicio de Huelga.
Alberto Flores Galindo No ha Muerto.
- EDITORIAL. (pag.3)
Fascismo o Revolución. (pág. 4 –5)
Lucha de masas y voto viciado. Respuesta del
pueblo a la ofensiva derechista y su farsa electoral.
Miseria del Reformismo.
- Sider Perú: Reorientar el combate del
proletariado siderúrgico. (pag.6)
Después de un accidente de trabajo
(Testimonio de Moisés Quinto: Agosto 1988).
- CULTURAL (pag.7)
Yuyachkani: El Mito como evasión.
Lola Verastegui: Madre, artista y luchadora.
- V. Lenin: Marxismo Leninismo y reformismo
parlamentario. (pag.8)
- Reparto de cosa ajena en el mercado de los
ladrones (Roque Dalton).
LABOR
Año
1 – No 3. Lima, Junio 1990 Director: Moisés Zarzosa.
Ante el segundo acto de la farsa electoral
las masas en lucha responden
VOTO VICIADO.
- SERVIR AL PUEBLO (pag.2)
Minero de San Genaro, Huancavelica, en Lima.
Movimiento barrial en combate.
FEDIP J.C. Mariátegui prepara gran marcha.
Proletariado textil en pie de Lucha.
Maestros de Santa: Avanzada Clasista en el
SUTEP.
Universitarios en Huacho en pie de Lucha.
Frenar con las masas secuestros y genocidio
contra el pueblo.
- EDITORIAL
Voto viciado y alzamiento político
revolucionario. (pag.3).
Prensa Obrera y partido de clase. Mariátegui,
propagandista y revolucionario.
Mariátegui, Clase obrera y partido
Proletario.
- Habla Ever Lázaro, dirigente del SUTE –
Ancash. Huelga del SUTEP: bancarrota de Patria Roja y avance del clasismo.
La lucha es una escuela es una escuela y la
victoria hija mayor del sacrificio
- CULTURAL
El teatro poético de Vallejo “Obrero,
salvador, redentor nuestro”.
- INTERNACIONAL
Lituania, Azerbaijan, Letonia Ucrania.
Perestroika: Voracidad contrarrevolucionaria del social imperialismo al
desnudo.
LABOR
Año
1 – No 4. Lima, Mayo 1991 Director: Moisés Zarzosa.
RECUPERAR LA SIMIENTE MARIATEGUISTA.
VIVA EL 1ero de Mayo, día Internacional del
proletariado.
- SERVIR AL PUEBLO (pag.2).
AAHH de “Naranjal” en lucha.
Estatales: por un congreso democrático
representativo y de masas.
El pueblo de Bellavista impulsa su frente de
defensa.
Tambogrande dice No¡ a la explotación de la
mina.
A.H. Bocanegra fortalece la unidad.
- EDITORIAL (pag.3)
En torno a las jornadas de lucha y a la clase
obrera: reagrupar las fuerzas de la revolución.
- Lucha sindical y lucha revolucionaria. Por
una táctica de clase para el proletariado minero. (pag.4 –5 )
- El problema agrario y campesino hoy.
(pag.6)
- Vallejo, militante comunista. (pag.7)
- Reconstruir el partido proletario (pag.8)
LABOR
Año
1 – No 5. Lima, Oct. Nov. 1991 Director: Moisés Zarzosa.
CONSEJOS OBREROS Y FRENTES DE TRABAJADORES
CLASISTAS.
- SERVIR AL PUEBLO. (pag.2)
Chimbote: Exitoso movilización y paro de
mercados del 9 de octubre desenmascara al APRA – IU.
Instituto Superior Regional de Celendín,
aspiración popular.
La federación de rondas campesinas de Celendín
se fortalece
Proletariado metalúrgico en pie de Lucha.
In memorian Melissa.
- La catástrofe que nos amenaza y como
combatirla y enfrentarla con la clase y con las masas. (pag. 3)
- Luego de la Huelga, hacia dónde va el
SUTEP. (pág. 4 –5)
- Agresión gobiernista contra el campesino de
Huaura. (pág. 5)
- Desenmascarar la farsa de la
regionalización. (pág. 6 –7)
- El proletariado siderúrgico y sus tareas
actuales. (pág. 8 – 9)
- Jornadas del 9 y 11: ejemplo de combate
proletario. (pág. 9)
- Federación Minera: Crisis de directiva o
crisis de dirección. (pág. 10)
- Vigencia y proyección de los frentes de
defensa. (pag.11)
Una experiencia de organización y combate
popular. (pág. 11)
- FEDIP “José Carlos Mariátegui” marcha a su
II congreso. (pág. 13 – 14)
- 63 aniversario del P.C. del P. : reagrupar
las fuerzas de la revolución y redoblar esfuerzos en la reconstrucción del
partido de Mariátegui. (pag.15)
Sobre la necesidad de una plataforma
programática del proletariado y el pueblo. (Pag 15)
- Consejos obreros y la lucha por el poder. (pág.
16 – 17)
- Reconstruir la identidad revolucionaria de
la izquierda. (pag.18 –19)
- Radiografía de una criminal estrategia
imperialista. (pag.20 – 22)
- Derrumbe de la burocracia revisionista en
la URSS. (pag.23).
- Por una opción proletaria en el arte y
literatura. (Pag.24)
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- LABOR. Año 1- No3 – Junio 1990.
- LABOR. Año 2- No4 – Mayo 1991.
- LABOR. Año 2- No5 – Nov. 1991.
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